It is always good to scape from the winter, even if it’s the soft winter from Barcelona. If you combine that with meeting friends, painting and watch people paint, Miami is the perfect place to be in December.
So, for five years in a roll, I went to Art Basel with Montana Colors. This time, working side by side with friends from Barcelona Montana Shop and MTN USA at the pop up shop that the brand set up in Miami for the festival.
Something that I wouldn’t ever forget this year, is Fidel Castro’ s death. The impact that had in the city and in the cuban citizens. I guess it was one of this controversial historic moments.
The post is not about that, not about the shop either, but i wanted to set the scenario of this Art Basel, cause every year is different.
To start, I will say that I was basically all day at the shop, so I had to paint at night ( or lunch breaks) and paint pieces in a day or two. I felt that i was painting most of the time alone, but that’s something that I also enjoy. So, all good. Finally I managed to paint 6 pieces and I went again to the Everglades.
That, good vegan food, music, tequila, laughs, killer birds and alligators. Here there is a small selection of photos of all of this.
I hope you enjoy it.
Siempre es bueno escaparse del invierno, incluso si es del invierno de Barcelona. Si combinas eso con encontrarse con amigos, pintar y ver a otros hacerlo, Miami se convierte en el sitio perfecto en Diciembre.
Así que un año más junto a Montana Colors, estuve en Art Basel. Esta vez, trabajando activamente con gente de la Montana Shop de Barcelona y la gente de MTN USA en la pop-up shop que montaron para el festival.
Algo que no se me va olvidar de este año fue la muerte de Fidel Castro. La repercusión que tuvo en la ciudad, en los cubanos que allí viven. Supongo que fue uno de esos momentos históricos controvertidos.
Este post no trata sin embargo de eso, ni del trabajo en la tienda pero quería poneros en situación porque aunque ésta era la quinta vez que iba, Art Basel siempre es diferente.
Para empezar, puesto que pasaba prácticamente todo el día en la tienda, (exceptuando alguna escapada) tuve que pintar de tarde-noche o hacer algunas de las piezas en dos o tres veces. No pinté apenas con mis compañeros, pero me las manejé para hacerme 6 piezas y conseguí volver a pisar los Everglades.
Eso, y risas, buena comida vegana, calor, música, tequila, pájaros asesinos y cocodrilos.
Aquí os dejo con una selección de imágenes de esos días.