BTR#7: LOCO13, UN HOMBRE CON UN PLAN, ETERNO REHÉN DEL GRAFFITI
Nueva entrega de Breaking The Rules y esta ocasión volvemos a Alicante para escuchar la historia personal y conocer la historia de la ciudad, a través de uno de los padres del graffiti. Loco13 empezó como muchos escritores de los 80’s, con el break dance y a día de hoy sigue pintando aunque alejado de las redes sociales y los medios de comunicación actuales.
Una vez más gracias al equipo que forma Breaking The Rules: Adrián Robos, Harrybones, R de Rumba, Hen67, Anisa y la última incorporación Moockie que está preparando la página web de Breaking The rules. La música es de Lalo López.
Gracias a Aire por su inestimable ayuda para este episodio.
Podéis escuchar el episodio en este enlace Ivoox.
Aquí si prefieres oirlo en Google Podcast.
Loco13 empezó bailando break en el 83-84, cuando tenía 13 años, después de ver a unos turistas bailando en el paseo de la playa en Alicante. En ese momento estábamos en la prehistoria de graffiti.
En 1985 entrenaba con los Power Rock. Éstos, un día se cruzaron con una chica a la que llamaron “la Ramon”, porque llevaba la chaqueta pintada. Con el tiempo les invitó a su casa y vieron que tenía un “Wonder” pintado en la pared de la terraza, a pincel pero con rollo graffiti “la Ramon” resultó ser Anayansi.
Más tarde Sombras Callejeras pintaron dos piezas una en la que ponía “Alicante Break” y la otra, sin acabar (habían tenido problemas con la policía) con el nombre del grupo. Al verlas, Loco y sus amigos decidieron pintar, pero, como los sprays eran muy caros, tuvieron que recurrir al Pryca. Él y Nene se iban turnando para sacar dos botes mientras compraban alguna chorrada para disimular, pero al final los pillaron, les quitaron los botes y tuvieron que pagarlos.
Así empieza su historia…
…Eran unas 1500 pesetas, que no llevábamos encima. Ángel (Nene) dijo que las tenía en su casa y se fue a buscarlas mientras yo me quedé con el jurado en el cuarto, esperando a que volviese. A la hora y media volvió y nos pudimos ir.
Lo primero que me hice fue un MAD. Letras pompas. Había escogido metalizados y no tenía ni idea de cómo iban, pero había visto las pelis, y había que probar el spray. La verdad es que la primera impresión me encantó, era muy rápido y se podían hacer difuminados.
Mis primera pompas las hice con Ángel, que ponía Nene en la Nochevieja del 85 al 86. Yo me hice el MAD, que cambié más tarde porque ese nombre no tenía futuro.. por MadSeen. Estábamos en el barrio, y eran fiestas. Nos dejaban salir hasta las 10 y aprovechamos ese ratito para ponernos a pintar en un chaflán.
M-Con nosotros tenemos a la madre de Loco.¿Cómo era su hijo de pequeño?
Madre- Yo no le hacía caso alguno. Cuando él se iba a pintar, yo me iba a trabajar al campo, no tenía tiempo para eso. Iba con muchos amigos. Multi, daba vueltas con la cabeza y me acuerdo porque hacía mucha gracia.
Loco13- ¿No te acuerdas cuando empezamos a llenar mi cuarto de firmas? El armario, cuando vivíamos en Alcalá Galiano.
Madre- No le prestaba demasiada atención. Sus amigos eran limpios y sanos. Yo me iba a trabajar y como no estaban en la droga, pues los dejaba. Yo conocía a sus padres.
M- Vamos que tenías bastante libertad.
Loco13- Sí. Hubo un concurso de break en Galerías que hizo que nos juntásemos en la Explanada todos los domingos por la mañana. Empecé a ir todas las semanas para que ver qué novedades había. Allí conocí a muchos que luego serían mis compañeros de piezas. Estaban Tom, Alex, Octopus, Marca2.
Más que pintar, porque los botes eran muy caros, bombardeábamos, hacíamos firmas. Tony, Nene, más tarde conocí a Kami, Rojo Alicante, Rebel que en aquel momento ponía Electro, Raps, Norma, que ponía Informático, pero no lo leíamos, entendíamos “Normalico” y de ahí se quedó en Norma.
Lo de los rotus fue más al principio. Ten en cuenta que en el 86 los Crazy Beat ganaron el campeonato de España de break en Barcelona en el Music Palace. A mí me influyó porque un mes más tarde, Octopus y Tom me preguntaron si quería unirme al grupo. Acepté, a pesar de que dejaba a los Power Rock que era el grupo con el que había crecido.
A partir de ese momento yo tenía que ir a entrenar a Juan XXIII y meterte en el grupo de campeones de España te exige mucho. Multi y yo éramos los pequeños. A Multi no le dejaban ir a Juan XXIII y teníamos que entrenar en su casa, en su cocina. Era muy pequeña y cabíamos justitos. No podíamos romper nada porque la madre era muy tiquismiquis pero eso nos venía muy bien para las actuaciones porque no nos movíamos del sitio.
En esos bolos venía mucha gente a pedirnos autógrafos. La primera vez que me encontré en esa situación, no tenía una firma breaker o asociada al hip hop. Así que me tuve que poner a ello, y saqué la firma de Crazy.
M- Tú siempre lo has tenido claro, ¿no? Mad, Crazy y Loco.
L- Sí, bautizo de los Power Rock. Decían que me daban locuras y me pusieron ese nombre. Locuras de baile y de genio, porque a veces cuando no me salía algo me cabreaba y rompía cosas, me metía con alguno, etc…
M- A partir de esos autógrafos, saliste a pintar.
L- Antes tenemos que caminar un poco con la historia del país. Fuimos conociendo gente, no solo de Alicante. Conocimos a gente de Barcelona. los DFR y los D. C. Rockers. Algunos de sus miembros con el rollo del graffiti ya habían estado en la expo de Henry Chalfant. A mí sólo me llegó el folleto, pero me enteré de que había estado Lee Quinones y pasaron la peli de Wild Style. Nosotros la conseguimos por un alemán que venía a vernos entrenar a Juan XXIII. Nos trajo la primera copia de la peli que retransmitieron en la tv alemana, en versión original con subtítulos en alemán. No me enteraba de casi nada, pero con la acción y mi inglés, algo pillaba. Cuando conocí a Kami ,me enteré un poco más porque su inglés era mejor.
L-¿Te he explicado como conocí a Kami?
M- No.
L- Nene y yo escuchábamos un programa de radio llamado “Sábado, sabadete, camisa nueva y un … (pitido)”. Llamábamos y pedíamos música break, hip hop. Había otro tipo que también llamaba y pedía la misma música. El locutor le preguntó el nombre y el chico dijo: “Yo soy Kamikaze”. Hablamos con el presentador para ver si podía pedirle el teléfono a Kamikaze. Le llamamos y quedamos en la Explanada uno de los domingos. Así le conocimos. Conocí a Kami por el break y luego ya vino el graffiti.
Yo buscaba revistas, o lo que fuera relacionado con el break o el hip hop. En aquel momento, gracias al folleto de la expo de Henry Chalfant ya sabía que era el hip hop, por el glosario en la cara trasera. A partir de eso, di con un libro que se llama Los Graffiti, de Craig Castleman, -al que conocí hace un par de años-, y me encantó. Sobretodo la parte de Ex-Vandals y las noches en los trenes y el bombardeo. Explicaba desde dentro el graffiti. Las pelis estaban bien, pero esto era de primera mano. También venia la historia de NYC pero antes de las grandes piezas, la historia de las firmas. Por eso teníamos que ser All City.
En Alicante no había metro. Los autobuses era lo que rulaba. Al principio hacíamos reuniones en mi casa, pero llegamos a ser tantos que mi madre le puso fin. Decidimos buscar un punto de reunión, como en el libro, y escogimos una esquina por donde pasaban casi todas la compañías de autobuses. Allí hablábamos de graffiti, mirábamos bocetos, nos comíamos los rulos e pintábamos para dejarnos ver. Al principio éramos unos pocos, y poco a poco fue creciendo. Hay gente que recuerda: “ Loco, me rompías los bocetos, eras un cabrón”. Yo tenía claro que había que estimular a la peña, darle caña. Teníamos que encontrar nuestra identidad, nuestro estilo. Kami lo dice en su podcast, yo lo tenía claro: veía que la gente de NYC tenía su estilo, nosotros teníamos que sacar el nuestro. Al principio pillaba letras sueltas y me fijaba en ellas. Empecé a dibujarlas, y las hice mías, sacaba mi versión.
En el 87, fuimos a Movida Gansa. Por aquella época había muchos concursos, así conocí a gente de otros grupos. En la Explanada, todos los domingos bailábamos los Power contra los Sombras. Estuvimos así hasta aburrirnos.
En Movida Gansa, a parte Henry y sus fotos de NYC, vimos a gente pintar en directo. Los suizos trajeron una revista en la que había piezas de Mode2 y Bando, de la escena de París, fotos de los Rock Steady, el metro de NYC. De los que pintaban Mast, me llamó mucho la atención, Fase, los suizos, Prince y no recuerdo quién más. Fue la primera vez que vimos pintar en directo.
Ese verano estuve bailando con unos ingleses. Uno de ellos pintaba , hizo el boceto del nombre del grupo y nos lo regaló. Esa fueron las letras en que nos basamos en nuestra primera pieza. Más tarde en la discoteca donde hicimos “Qué punto de fiesta”, hicimos una pieza tipo “graffiti rock”. Aprovechando una actuación, le pedimos pintura a los de la disco. Hicimos dos shows en un apartado de la disco Garden, nos pusieron el tablero y allí pintamos el nombre del grupo “Crazy Beat”. Con lo que sobró, pintamos en la calle.
Después de aquello nos salió otro curro, pintamos la discoteca DADA. Encima de la barra había una moqueta grande y estábamos tan verdes, que pedimos plástica y aguarrás. Intentamos mezclarlo y uno de los que trabajaba allí nos dice: “ de pintura no sé mucho, pero diría que la plástica no se mezcla con aguarrás. Se mezcla con agua”. La moqueta se chupó los 25 litros de pintura. Aún así pintamos un mono con un kangol entre Octopus, Tom y yo.
Algo gracioso pasó entre Tom y Kami. Le pidieron a Tom que pintara la cabina del dj. Tom preguntó a Kami cómo se escribía “Pon música” en inglés, pero como Tom no quería dejar pintar a Kami, éste se chinó con él y le dijo se escribe así: “Don’t play music”. Cuando el dj llegó a la disco, flipó. Decía: “ yo creo que esto no significa lo mismo, eh!”, pero Tom no lo cambió.
M- La primera pieza que hiciste en la calle fue el nombre del grupo, ¿Cómo fue?
L- Fuimos a pintar de noche en un colegio, los salesianos, creo. No sabíamos que los bloques de enfrente eran de funcionarios, y al marcar las letras, nos apareció un coche de policía. Se acerca el cabo, eran tiempos de ETA, :“Buenas noches- ¿qué están haciendo?”. “Vamos a pintar graffiti- respondimos con actitud-“ Nos preguntó qué era eso y le enseñamos el boceto; le gustó, preguntó quién lo había hecho y si teníamos más. Quería verlos. Tom vivía cerca y se fue a buscar los bocetos. El resto nos quedamos con el poli.
M-Siempre estás de rehén, ¿eh?
L- Sí, sí, siempre me ha tocado. Al rato volvió con los bocetos, y aunque le gustaron nos dijo que no nos podía dejar pintar. “Os vais a tener que buscar un sitio abandonado, que no pertenezca a nadie.”
Nos subieron a la lechera y nos llevaron a casa.
L-Encontramos una fabrica de tomate abandonada que nos pillaba de camino. La primera vez que estábamos pintando, nos cayó una cortina de agua y no pudimos pintar. Tom hizo otra. Mas tarde fuimos Kami y yo, e hicimos la del pato Howard. La nave empezó a llenarse lentamente. Luego pintamos en la plaza de la bola de oro, tenía un muro con ventanas que cortaba en diagonal. Por la parte de dentro era discreto, y no molestábamos a nadie. Alejandro lo pintó entero por la parte de fuera en una sola noche con un par de huevos, y tuvo movida con la policía. Aunque luego se lo hicieron borrar.pero no quería así que me tocó hacerlo para que no le denunciasen.
Después nos atrevimos con el centro y empezamos a pintar sin cortarnos. Eso fue un detonante, salió más peña, nos reuníamos y pulíamos el estilo.
M- Ahí era cuando tú rompías los bocetos a la peña, ¿no?
L- Sí, era como el profesor de todos. Kami y yo íbamos un poquito por delante de los otros y les enseñábamos. Pienso en eso, y era como un ágora, como los clásicos. Nos juntábamos allí y era para todo el que viniera. Fuimos desarrollando el estilo. Aparecieron Mister Fat, Toxic, Dólar, Tiro, Sombra, Puma, Rebel, Ghost, Tony, Poli… cada vez éramos más. Íbamos a la discoteca de al lado o bajábamos en tropel por la rambla bombardeando sin cortarnos. ¿Quién iba a decirnos algo? Comercios, autobuses, paradas etc… Empezamos a ser un problema. Comenzó a actuar la policía. Kami no se acuerda de cuántas noches hemos pasados retenidos en comisaría… Teníamos una estrategia contra eso, porque cuando llegaba la policía y se llevaba a alguien, el resto del grupo se iba a la puerta de la comisaría hasta que lo soltaban. Y funcionaba. También nos pasaba en la discoteca. No dejaban pasar gitanos a la discoteca, o no dejaban pasar con las zapatillas, pues todos fuera.
M- Me contaste cuando hablamos por teléfono cómo aprendisteis a hacer conferencias…
L- Al conocer a gente de Madrid y Barcelona, hacia muchas conferencias, y se convirtió en un problema. Mi madre puso un candado en la rueda del teléfono. Una de esas noches de comisaría, alguien me explicó que no había que dar la vuelta a la rueda para marcar. que bastaba con pulsar el número de veces que querías. Entonces se memorizaban los números de teléfono. Tuve que ensayar un poco, pero cuando lo conseguí íbamos buscando teléfonos con candado, porterías, paradas de taxis, edificios oficiales. Encontrabas uno y probabas. Por ejemplo, creo que al portero de casa de Kami le llegó una factura para recordar.
M-Cuándo Kami dice que llamó a Loomit, ¿se refiere así?
L-No, eso fue en el restaurante de su padre donde Kami trabajaba. Habíamos recibido fotografías de Zico, de Múnich, Dortmund, y un montón de sitios más, a buena calidad y flipamos con lo brutos que eran pintando. En una de las fotos venía el número y la firma de Loomit. Y le dije: “¿por qué no llamas?” Llamó y fue tal como lo cuenta. Empezó a cartearse con él y otros. Había un inglés, Steam, al que no sé si conocimos por Escive o Prince. No recuerdo, pero recibía fotos de Londres, empezamos a hacer una serie de contactos.
Antes, veías a alguien con un parche de Def Records, o cordoneras anchas, bambas, deducías que bailaba y nos acercábamos a conocerlo. A veces te llevabas chascos. Además en Alicante al ser turístico conocías a mucha gente en verano. Otras veces cogíamos el sintasol, bailábamos, poníamos la gorra, y conocíamos gente.
Darnos cuenta de la escena internacional era otro rollo. Flipábamos. Me gustaban mucho los TCA que habíamos visto de los libros de Henry Chalfant y Prigoff (DEP).
Henry tiene mucha culpa de lo que pasó en la península. Porque ha tenido buenos gestos con mucha gente de aquí.
L-Después decayó el break y fue subiendo el graffiti, hubo gente que me echó en cara seguir enganchado al break, a pesar de no estar de moda, pero la sensación de hacer el molino, no me la daba otra cosa.
Además en Europa el graffiti estaba estallando y nos llegaba ese airecito. Hicimos muy buenas migas con gente de Barcelona, en el 88 yo me escribía con Sutil, Prince. Un verano, conocí a gente de Alcorcón, a Zeta que nos invitó unas navidades. Nos juntamos gente de Barcelona, unos suizos, nosotros y gente de Madrid e hicimos un pequeño jam. Creo que tengo fotos de eso.
En el 88, empezamos a hacer piezotes, empiezo a currármelo, estamos bombardeando a saco, pintando trenes. Kami y yo nos hicimos una promesa: lo del viaje a NYC. “Cuando cumplamos 18 años, y seamos independientes nos vamos a NYC”. A mí no me dan el visado, a él sí, me quedo en Barajas. Le dije, “están dejando de pintar los metros, es el momento. Si yo estuviera en tu lugar me iba”.
Me volví a Alcorcón o Móstoles, cogí a Jase de Jungle Kings. Tenía la pasta del viaje a NYC, y me tenía que ir a algún lado. Fuimos a una agencia de viajes, compramos los billetes de bus y nos fuimos a Paris. En aquel momento yo me estaba cruzando con el graffiti flechero en el metro de Madrid, pero me daba cuenta de que el graffiti de Alcorcón y de Madrid eran diferentes. El estilo punk y el estilo hip hop. La gente de Alcorcón le daba más ese toque parisino y me gustaba más que lo que veía de los flecheros. Aunque después he conocido a muchos de ellos y la verdad… Muelle tengo que decirlo… aquel viaje a París.. Cogimos el autobús que venía de Portugal en Benavente, me tragué unas cuantas piezas en el camino. No me esperaba encontrar piezas suyas en sitios perdidos de la mano de dios. Viajaba, hacía bolos, era batería y encima era más mayor.
Pues nos fuimos a París. Kami pilló el rollo NYC y yo el rollo de París. Saqué fotos en el terreno de Stalingrad, también en su última etapa, y por poco no tropezamos con Lokiss, que ya estaba haciendo las máquinas raras. La pintura aún estaba fresca.
Estuvimos bastante perdidos, pegándonos unos pateos que flipas. Nos quedamos en casa de Nest, por mediación de Zeta. Una anécdota: a mí, de tanto patear, me apestaban los pies por las snickers de los cojones. Nest me decía, lávate los pies o no cierro las ventanas. Yo estaba muerto, pero claro acabé lavándome los pies porque era noviembre y hacía frío. Pasaba una cosa por la noche, mágica para mí, todo empezaba a brillar, como cristalino, la escarcha. Era bonito, pero hacía mucho frío.
Nest, en su tiempo libre, nos llevó a una discoteca donde estaban los TCA. Allí conocí a Mode 2, Bando y Boxer. Me quedé flipado porque me gustaban mucho. Bailamos también con gente de los Paris City Breakers, que estaban decayendo en aquel momento. Estuvimos una semana y bombardeamos con las latas que encontramos en el terreno de Stalingrad, pero no pintamos porque no llevaba tanto presupuesto. Teníamos encargos que nos había hecho la peña, y éramos dos, había que estirar la pasta.
Cuando volvimos aquí no teníamos un puto duro. El autobús de currantes portugueses nos dejó en Burgos. Hacia mucho frío. Recuerdo que llegamos a la taquilla de la estación y preguntamos cómo podíamos llegar a Madrid. El de la estación nos dice: “Subir al tren y dejáis el DNI al revisor y mas tarde podéis pagar.”
Subimos al tren, en un vagón en el que solo iban dos personas, que se bajaron a las dos o tres paradas. Eran de aquellos antiguos vagones donde los asientos eran de butaca contra butaca y nos quedamos solos y nos dormimos. A la mañana siguiente, me despierta Jase estábamos en Madrid. No habíamos tenido que pagar.
En esa época íbamos a Stones. Nos cruzábamos todo Madrid desde Móstoles o Alcorcón e íbamos petando todo, cercanías y metro hasta allí. En Barna también, cuando estuve en el 87, para Movida Gansa, con el Turtle íbamos firmando en el metro, nos salía el jurado, corrimos y pillamos el metro justo a tiempo para que se cerraran las puertas y le hiciéramos una peineta.
En aquel momento era muy popular en Barcelona colarse. Yo lo he practicado porque: dónde fueres, haz lo que vieres. En París nos pasó los mismo. Pillamos el pase, pero en una estación de la periferia vimos que todo el mundo saltaba y pasaba. Así lo hicimos y tuvimos movida con la policía la última noche. Casi nos quedamos en París. Nos pillaron sin billete por los túneles. No teníamos ni billetes ni dinero. Era pagarles el billete o quedarnos allí toda la noche en el calabozo. Uno de ellos hablaba un poquito de español, y le dije: “Mira, tengo el billete para volver a España mañana. Si tú me dejas esta noche en el calabozo, yo pierdo el autobús y te aseguro que haré lo que haga falta para llegar a España.” Habló con el cabo y nos dejó ir.
En otra ocasión, un chaval inglés me mando un cartel del “Street no sé qué". Iba a pintar peña conocida Jon156, Lokiss, Ash. Fuimos a Londres y luego Bridligton, que era dónde hacían la movida. Londres fue terrible, yo también lo odio. Acabamos durmiendo en la estación de Victoria, porque nos quedamos en seguida sin pasta. Yo no llevaba mucho dinero y Tom tampoco. Le intentaron atracar. Nos metieron en un bloque, a mí a unos pisos más abajo y a Tom más arriba. Oí que Tom empezó a gritar. Yo estaba con un tipo al que me quité de encima. Subí y busqué a Tom.Tenía a un tío encima. Lo cojí por la pechera y lo estampé contra la pared; salió corriendo. Tom estaba bien y no le habían quitado la pasta. Era lo que nos faltaba, quedarnos allí sin un puto duro.
Por otro lado fue fantástico, la poli nos cogió en las vías del tren y del metro muchas veces. Íbamos para sacar fotos porque la gente pintaba en los muros de las vías del tren así que era donde estaba el rollo. Yo le decía a los polis que en España te podías meter por las vías del tren y eso era verdad. El poli contestaba que los trenes allí iban muy rápido y nos podían atropellar. Nos metimos en algunos sitios abandonados, y conseguimos encontrar lo que yo iba buscando, que eran las fotos de los Non Stop, entramos y encontramos las piezas.
Es un terreno bajo tierra, que sale en muchos videoclips. Yo estaba buscando el muro de “Cazbee” con el pato Howard; nos habían mandado la foto y nos habían dado la dirección. Pasamos mil veces por delante, pero nos costó encontrarlo. Después fuimos al norte, a la jam y allí conocimos a Jon156, que flipó cuando le dijimos que veníamos de España. Nos acogió super bien. No teníamos donde dormir y nos llevaron al hotel con ellos. Al día siguiente nos ofrecieron pintura, pero me pasó un poco como a Kami, ¿cómo voy a pintar con esta peña? Rollo respeto. No teníamos nada preparado, solo fotos de nuestras piezas.
Hicimos buenas migas, también estaban allí pintando un tal Romance y Bates, venían de Dinamarca.
Allí usaban el Spray Color francés, el Marabú (era divino). No era como nuestro Spray Color, ni como los Novelty, que aunque buenos, tenían una gama de colores muy pequeña.
M- ¡Tú mezclabas colores!
L-Sí, por qué al tener válvulas macho, podías coger un tubito y mezclar.
Se me ocurrió pensando en la presión: si cogía un bote con más presión podía meter pintura en el que tuviera menos. Estudié el funcionamiento del bote. Al empezar a pintar con aerógrafo, entendí que podía regular la presión y si ponía la cánula conectando un bote lleno a uno más vacío algo de pintura pasaría y efectivamente. Aparte yo experimentaba también con los caps, cortaba, probaba. Cap que veía, cap que pillaba para ver cómo iba aquello. Así con los cortes conseguí hacer biselado, rollo gótico que venía de puta madre para una firma muy estirada que desarrollé. El tubito de la jeringuilla si lo metías en el cap y calentabas la otra parte lo podías cortar. Así hacías trazos finitos para los rayos. Creo que lo probamos con una chuta de un yonqui. Algunos sitios daban pánico, el suelo estaba alfombrado de chutas. Íbamos a sitios alejados, donde la peña se chutaba.
Ahora salto y vamos hasta el 89 -90. Ahí viene lo del fanzine. Sutil hacia el CFC. Yo le mandaba material. Quise hacer uno, pero se me adelantó Fat. Hizo un fanzine del que salió solo un número. Así que cogí a Chome y nos pusimos a ello. Salió el número 0 de Freestyle. Hicimos 3.
Después me cansé del lio del fanzine, ten en cuenta que lo gestionaba todo solo: pillé un apartado, mantuve contactos, enviaba fotografías. Con el fanzine eso se multiplicó por 3. Fue cuando empecé a trabajar en laboratorios de fotografía para ahorrar pasta. Mendigaba metros de papel a los compañeros de arriba, y revelaba los negativos para Kami y para mí. Íbamos repartiendo fotos al personal. Eso acabó cuando hice la mili en Valencia, en un pueblecito perdido. Marines. Yo no tenía muchos ahorros en aquel momento y me los fundí muy rápido. Cuando volví no tenía un duro, y volver a trabajar fue jodido. Fue una mala temporada, y no pude mantener fanzine.
M-¿Nadie tomó el relevo?
L- Sí, Funk y Ray de los RNS quisieron seguir con el fanzine. Les pasé los contactos, les ayudé con las fotos, y salió hasta un 5º ejemplar. Pero en cuanto salió el Game Over a color, se acabó. La gente ya solo quería fanzines a color.
Eso si, gracias al fanzine conocimos a un montón de peña, y pudimos hacer ¡Qué punto de fiesta!.
Nosotros ya hacíamos fiestas. Un local nos pilló de residentes en las fiestas de la tarde. Fue cojonudo porque podíamos poner y escuchar hip hop. Aquella experiencia de organizar las fiestas en 27 Cotinos, (sale en algunas canciones de MCLee), en el casco antiguo, nos hizo pensar en hacer alguna más grande. Fue una suma de factores, las fiestas, las fotografías, los contactos que teníamos y otro fenómeno que estaba empezando en aquel momento: las maquetas.
Empecé a darme cuenta de que ya había una escena de hip hop es España y sólo hacía falta poner la bola de nieve a rodar. ¿Por qué no juntar a toda esta peña? Hicimos un dossier y empezamos a buscar patrocinadores, pero no conseguimos gran cosa. Nos quedamos chatos de tantas puertas cerradas en nuestras narices. Cocacola nos puso cuñas en la radio pero no las tengo grabadas, las he perdido. Decoramos la discoteca Va Bene, a la que íbamos en verano.
Empezamos a organizarlo todo, a hablar con la peña, a escuchar las maquetas e invitarlos para que vinieran a actuar. Les decíamos que si sacábamos algo de pasta lo repartiríamos entre los que actuasen, o en consumiciones y nos pegaríamos la fiesta padre. Conseguimos hacerlo gracias a un trabajo que hicimos en Valencia (la cuenta del teléfono también tuvo que ser gruesa).
Mandamos muchas cartas. Otra cosa que no he contado del correo es que teníamos un truco infalible: poníamos desodorante en los sellos. Mandabas la carta y el que la recibía tenía que ponerse desodorante en la frente y frotarse con la carta para quitar el sello. Así podías volver a mandarlo.
M- ¿Y eso cómo lo descubriste? ¿No me digas que también hacías experimentos con el desodorante? ¿Quién eres el MCGiver del graffiti?
L- Sí, jaja es que era un pasta en sellos. Había que ingeniárselas. Yo tenía una mentalidad de “no hay recursos, no hay dinero, búscate la vida”. No he estudiado química, pero sabía que el desodorante crea una capa que resiste 24 horas (voz de anuncio), lo justo para que llegue la carta.
A la fiesta vino mucha gente, muchos eran invitados, la entrada no fue tan potente, vendimos pero … había más invitados que gente. Como las cosas que haces de corazón, más que de cabeza, económicamente fue un desastre. Además yo fui el tesorero, hice las cuentas y dejamos a deber bastante.
Tuve que currar de gratis para pagar la deuda. Pero pagamos los autobuses, el alquiler de la disco. Sacamos adelante la fiesta y dimos la opción a la peña de darse cuenta de que éramos una nación y eso desembocó en todo lo que pasó en los 90’s.
Tras la fiesta, y con 10 años en esta historia, del 83 al 93, acabé agotado. Sin dinero, sin pintura… Después de eso, cerré un período. Se acabó la vieja escuela. A partir de ese momento decidí que la siguiente generación tenían que hacer las cosas. Empecé a hacer un poco de vida, porque había estado muy metido en el hip hop hasta ese momento.
M-Todo el mundo recuerda esa fiesta, fue un antes y un después.
L- Sí, pero no fue positivo para mí. Nos lo pasamos de puta madre. Tom se largó, Chome aguantó hasta que ya no pudo más, (me lo dijo con una voz ronca) y me pasó el micro. Yo aguanté hasta las 5 de la mañana, y veía cómo la peña se iba quedando dormida por los rincones de la discoteca. Hasta que llegó alguien del personal de la disco y nos dijo que se querían ir a casa. Con el final de la fiesta se acabó aquel período. Ten en cuenta que hicimos el primer y el último graffiti en esa discoteca. Después cerró y no volvió a abrir más. Fue un cambio de ciclo, porque después llegó la ruta del bacalao.
L-Después de eso, seguí pintando pero menos, me metí en otras disciplinas. Siempre he sido culo inquieto y me ha gustado investigar. Con el aerógrafo pintaba en casa, y no tenía que coger los botes… pinté mucho textil hasta que empecé a hacerlo bien, y luego me cansé.
Más tarde empecé con las Fallas. Introdujimos en ese mundo el spray, en el 94-95. Estuve 3 años y revolucionamos un poco aquello. Mas tarde empecé a hacer carrozas de desfile, otros 3 años. No he parado, pero es que hay mucho trabajo en verano. Estaba solo en el taller, organizaba atrezzo, carrozas, con figuras. Llegaban los clientes y podían pedir el catálogo de cosas que querían que montásemos. Montabas, transportabas, organizabas, desfilabas, desmontabas y te volvías o aprovechabas para ir a otro desfile. Estuve 3 años en el desfile de Alcoy.
En esa misma época hice una exposición. Fue bastante bien aunque no vendimos nada. El portero había llevado las cuentas y habían pasado 1500 personas por la exposición. Había sido una de las que más público había atraído al centro. La podía haber hecho solo pero siempre me ha gustado más el rollo colectivo e interactuar con la gente, Hablé con Bad y Glub para que me dejaran cuadros y la hicimos juntos.
También hicimos un mural grande en la Plaza de Toros. Un día, mientras pintaba un toro se escapó, y me quedé frente a frente con él. Menos mal que el personal de toril lo metió rápidamente para dentro, porque uno tenía donde esconderme. Estaba en la calle. Aquello fue sonado. El muro lo gestionó un educador de calle y el hombre me contó años después que por aquel mural el alcalde le llamó al despacho. Tom había pintado una tía en tetas y había gente que se había quejado. En aquel mural fue la primera vez que hice Model pastel.
L- Yo empecé poniendo un montón de nombres. Area fue una de los que más popular me hicieron y para los trenes ponía DICK, que no me acababa de gustar, pero pintar trenes era la polla. De allí salió DEL, que era más rápido y cuando la renfe era amarilla y azul, al borrar las piezas, aún se intuían así que busqué un diseño sencillo para que se siguiera leyendo.
Yo pienso en graffiti. Cuando me preguntan ¿en qué estás pensando? Yo pienso en graffiti. Le doy muchas vueltas. Pienso en lo que decía Kase en la peli, la frase de “Rock por Computadora”. Hay que hacer estilos guapísimos. A mí eso se me grabó a fuego en la cabeza. Siempre que dibujo intento hacer cosas diferentes. Creo que con los años veo la escena de graffiti, y siempre me ha gustado buscar el hueco para hacer algo para que la peña diga: “esto es diferente”. Eso lo echo de menos. Os voy a echar la bronca chavales. Voy por las carreteras del país y veo esos slogans que parecen anuncios y me pregunto “¿dónde ha quedado el estilo?”. Se me cae el alma al suelo. Hay que calentarse la cabeza, y trabajar el estilo. No hay que tener miedo a que no se entienda lo que pone, porque tú pintas para escritores y los escritores son gente que también piensan en graffiti y buscarán la manera de entenderlo. Entiendo que hay prisa y que hay que ser rápido, pero también hay que aportar la parte del diseño y calentarse el tarro. El graffiti está acabando siendo vulgar o solo un “spot”. Nosotros no buscábamos solo un spot. Luchábamos contra esa mierda.
M- ¿Entonces los nuevos estilos qué te parecen? El ignorant y todo eso.
L- Ahora mismo estoy desenganchado de redes, no quiero pasar por ahí. Hace tiempo, en los 80, especulábamos sobre donde nos llevarían los ordenadores, internet etc.. Yo me oponía, era anti máquinas y creo que lo he plasmado en algunas de mis piezas. Las máquinas nos devorarán y acabarán con el espíritu humano. La gente que pinta estilo vectorial está haciendo los trazos como los hace la máquina. ¿Estamos locos o qué?
No tengo redes sociales, una porque tuve problemas, investigaciones de redes por la policía. Por otro lado, el ordenador es una parte de mi casa. No quiero tener un tío pipeando lo que hago. ¿Tú no? ¿No has tenido problemas alguna vez con alguna persona que se ha pasado de cotilla? Algunas de esas grandes marcas se pasan de cotilla y nadie les dice nada. Prefiero mantenerme al margen de todo eso. Uso WhatsApp y estoy a punto de dejarlo.
L-La investigación de redes de la policía al final fue un fiasco. Te he contado lo del grafólogo de aquí: acusó a mi novia de una cosa que hice yo. Supuestamente, es un perito y lo que diga este señor de cara a la ley va a misa.
Estuve ganando juicios al ayuntamiento de Alicante hasta que pasó a hacerse por vía administrativa y ya no tenía qué pasar por el juzgado. Sólo he pagado un arresto domiciliario en todos estos años y fue ver cómo pintaba otra gente. Los polis me denunciaron por estar allí. Yo iba a pintar a otro lado, imagina.. yo me iba a renfe y me pillaron con latas, ni siquiera con los mismos colores. Marrón para mí.
He tenido una de historias con la policía… La primera vez que me apuntaron con un arma fue un policía y fue por estar pintando. Llegaron con el zeta, derrapando, salieron con la pipa montada y nos pusieron a todos contra la pared en un muro, en Conde Linares, en un descampado. Eso fue porque Fat llamó a la policía diciendo que habíamos robado una cámara de vídeo. Fat y las bromas telefónicas…Tuvo una temporada que hubo que cogerlo aparte y decirle que estuviera tranquilo.
M-Alicante ha sido una ciudad con bastante movida, ¿no?
L- Sí, al principio éramos todos una piña. Venía la gente de fuera y flipaba al ver la unión. Más tarde empezó el rollo del norte y el sur y salió la peli de Colors.
M- ¿De ahí sale lo de Alicompton?
L- Sí, pero también estaban Bronxtoles, Alcorbronx… El rollo de LA. Algunos de mis compañeros empezaron a escuchar aquellas letras y se metieron la película en la cabeza. Rollo gansta rap. Ha habido gente a la que he intentado sacar de ese rollo pero no lo he conseguido. He tenido problemas con ellos.
M- Claro, tú eres como el padre de la ciudad.
L-Sí, y me pesa no haber podido sacar a esa peña de ese pensamiento de mierda de la thug life. Hay gente que está muerta. Me hubiera gustado que hubiese calado el mensaje y haber salvado a esos amigos. Aquí en Alicante peña de graffiti que se haya suicidado tenemos a más de uno. Yo he pintado con esa gente, y si no, he estado de fiesta con ellos.
Cada uno tiene su vida, pero hay cosas muy fuertes que pasaron. A algunos esas cosas les da risa, pero no tienen ninguna gracia cuando la gente acaba tan quemada o tan hecha polvo. Sabemos lo de las letras de los Hinchu Boys, que mandaban a Kami, yo no sé que idea se haría cuando estaba en NYC. Se cachondeaban de todo el mundo pero luego cogías a Fat, lo pillabas del cuello y no era nadie. Le decía: “a mí no, yo te he enseñado esto. Tú no me vas a vacilar.”
L-Fat me vacilaba mucho, todo hay que decirlo pero intenté ayudarle, fui más de una vez a la trena a verlo, detrás del cristal. Luego estuve con él pero ya pilló ese rollo, ese estilo de vida y no hubo nada que hacer, del rollo drogas y mala vida. Él escogió.
Cuando tienes el talento que tenía esa persona, es una lastima que pillase ese camino. Yo se lo dije más de una vez. No hubiera estado metido en movidas con la peña. Pasaron a ser más serias. De todas formas el ambiente que se ve en casa, en este caso, influye mucho, y si tienes cierto tipo de viejos, eso cala con los años.
Siempre me acuerdo de la gente que he conocido cuando estaban vivos, jóvenes y en la flor de la vida. Los tengo metidos en la cabeza. Al final me he dicho “no te comas la cabeza, has hecho lo que has podido humanamente y un poco más”. Sólo me había faltado prostituirme. Pero chavales, es una pena, si tenéis talento, agarraros a eso y no a otras paranoias. El estilo malote, no.
Yo agradezco al hip hop haber llegado hasta donde estoy, haber viajado a tantos sitios, conocer a tanta gente. No he tenido que partir más caras de las necesarias. Respetando al personal y sembrando buen rollo, la inmensa mayoría de las veces recibes buen rollo y respeto.
Cuando pintamos, quieras o no, compartimos algo, llegas al muro, hablas y cada uno se mete en su mundo de colores y formas, luego se charla otro poquito y al final se va cada uno a su casa con su foto tan contento. Así que no entiendo esa peña qué hace tan grave el graffiti porque salvo unas micras de pintura sobre una superficie, no creo que hagamos más daño en el planeta. Hay cosas mucho más jodidas.
M-Cuéntame la cosa más marciana que te haya pasado.
L-Yo siempre cuento aquella noche en la que Tom estaba pintando un mural en “Las Mil”. Fuimos con los alemanes, Siko, At y otro chaval. Estábamos Kami, yo y no recuerdo quién más. A Kami esos chavales le habían enseñado el barrio más chungo de Hamburgo y él quería enseñarle “Las Mil”. Las mil de los 80’, no las de ahora. Cogimos el R5, que estaba lleno de tags, y nos metemos por las calles del medio, con las hogueras, los yonquis y todo aquel ambiente. De repente, nos cierra un coche de poli por detrás y otro por delante. Nos sacan para afuera: dni, cacheos, registro del coche. Después de media hora, sacan la maleta de Siko donde tenía la cámara de fotos y de vídeo. Faltaba la de vídeo, y nos acusan de haberla cambiado por droga. Nosotros lo negamos porque la estaban usando. “Si mira hacia allí lo ve”. El día antes ya nos habían apuntado con la pipa.
Les convencemos, y bajamos escoltados. Los alemanes flipando. Nos plantamos allí con el R5. No entendían nada porque la cámara era suya aunque no tenían los papeles encima. Estaban en casa y Kami se fue a por ellos. El resto nos teníamos que meter en el zeta. Siko sufría claustrofobia y no quería meterse en el coche. Les digo que se va a volver loco y al final un policía lo acompaña andando a comisaría. El resto para adentro.
M-Tú eres el eterno rehén.
L- Sí, jaja de camino hacemos una parada. Alguien quería reventar una persiana. Los polis se bajan a investigar, y nosotros allí esperando. Llegamos todos a comisaría norte, en medio de las mil viviendas en aquel momento. Salen los papeles, se soluciona todo y ya nos podemos ir. Pero claro, ahora nos tienen que devolver al sitio de dónde nos cogieron. Mismo problema con Siko. Los polis hablan entre ellos y deciden que nos metamos todos en el coche y que Siko vaya en el capó. ¡Iba sentado en el capó! Entramos en la calle de las hogueras y la peña estaba vendiendo material. Llega el coche de poli y la peña ve a Siko sentado en el capó. Todos los de las hogueras aplaudiendo y jaleando. Siko con los brazos en alto, triunfal. Nosotros partiéndonos. Así que la poli se cansa y nos suelta allí. Nosotros siempre dábamos palique, y siempre los liábamos. Los volvíamos locos.
M-Me gustaría saber de quién te gustaría conocer la historia.
L- Del panorama nacional.. Por descarte, te voy a decir Nova de Valencia y si no Mata. A ver si se acuerda de las noches en Móstoles, el Soto. Íbamos a bombardear los trenes, en la línea de cercanías por la noche. Peña como yo que venía de fuera y a veces no tenía donde dormir, nos metíamos en la estación. He hecho muchas veces a pata Alcorcón- Móstoles y no había nada entre los dos puntos.
Después del que punto de fiesta, se hicieron jams y movidas y nadie me invitó. Nadie. Hasta que el 98, una peña de Albacete, “La Fe del puente”, organizó una jam. No sé porqué pero nadie contó conmigo, nadie se acordó de Loco.
M- ¿Por qué crees que fue eso?
L- Uno porque me refugié en las 400 viviendas. Me fui a un barrio al lado de las Mil viviendas, me aparté un poco de todo el rollo ese. Otra, porque en Alicante me hice bastante popular, y tuve una serie de problemas con la fama que no imaginaba. No es bueno que un escritor de graffiti sea demasiado conocido, que salga en tv, en prensa local, en informativos regionales. Me aparté un poco, pero me hubiera gustado que alguien me hubiese dicho algo, que me sacaran el polvo. Los únicos que vinieron en aquella época, un verano, fueron Glub, Suso33, Rafita, de los flecheros de Madrid y pintamos. Estuvo guay. Sex69, y Diez de barna al que llevé a Término, y le vigilé mientras pintaba. No le duró nada la pieza, no le dio tiempo ni a hacer la foto. Tuvimos que salir cortando. Llegó el jurado, sacó una espátula y raspó la pintura. Diez empezó a tirarle piedras y me lo tuve que llevar antes de que nos la liaran. Esto fue en el 95-96. En los 90 pintaba poquito, pero si podía pintarme un tren, me lo pintaba.
M- Aún le das a veces, ¿no?
L- Sí, bueno, ni lo digo ni lo niego. (Risas). La chapa es el origen del graffiti para mí y siempre ha tenido el encanto de saber que estoy volviendo a las raíces. Hace dos años vino James Prigoff y le estuve enseñando algunos trenes de los que nos habíamos pintado y el hombre me dijo que en Europa seguimos con aquel espíritu.” Yo me sentí guay, porque ese hombre se comió los trenes de Nueva York. También me aclaró que su libro lo había sacado de un trabajo que había hecho Iz The Wiz, y que él se basó en lo que había hecho el alumno. Las historias del metro eran de Iz the Wiz. Yo le debo eso a esta persona, ese motor de inspiración.
Otra cosa, a Kami se le olvidó.¿no te acuerdas de las noches de encale, meter el barreño en el R5 e irnos a hacer varias piezas de noche? Con temple, al que luego le hacíamos contorno. Las noches de la procesión de Santa Faz, y que aprovechábamos para pintar varias piezas. Ya pintábamos varias piezas en una noche.
¡Qué locos estábamos! Ya no es lo mismo, ir con el barreño, en el coche lleno de tags, súper marronero. Nos paraba la policía muchas veces, además nos daba por hacer surf con el coche. Subíamos arriba y conducíamos. A veces el cabrón de Kami frenaba y me caía rodando y nos dábamos talegazos. Nos lo pasábamos pipa. Nos hablaron de que la peña hacía surf en los trenes y empezamos a subirnos a los mercatas que salían de Término e íbamos hasta el apeadero de Babel.
M-Gracias por contarnos todo esto.
L- Gracias a vosotros, yo espero que esto sea positivo para las futuras generaciones. Pensad en graffiti.